viernes, 26 de octubre de 2012

Etapa 2: Molinaseca - Alto do Poio (78 kms) Parte I

Después de pasar una mala noche en la que dormí poco, tocaba madrugar: hoy afrontaba la etapa más dura de mi camino la que me llevaría a Cebreiro y su temido puerto.
Recargué pilas con un buen desayuno en el Albergue zumo, un té y tostadas y esperé un poco a que amaneciera para salir con la bici, recuerdo que durante el desayuno me dijeron que, habiendo superado la cruz de Ferro, Cebreiro se me haría sencillo (aquí me engañaron como bien pude comprobar después).
Mi primer destino del día Ponferrada, donde pude ver como amanecía desde el castillo templario uno de los mejores momentos de mi viaje.
Amanecer desde el castillo de Ponferrada

Ponferrada
Había leído que era un poco caótico salir de la ciudad, al menos sabía el camino se dividía entre peregrinos y bicigrinos justo al llegar al castillo de los templarios, la verdad es que las flechas para bicigrinos estaban muy bien indicadas y decidí seguirlas. El problema vino al salir de Ponferrada las flechas me llevaban por la N-VI que aunque tenía poco tráfico y la verdad que se iba muy bien,  me iba a perder la mayor parte de los pueblos hasta Villafranca del Bierzo, fue un momento de dudas, seguir por la Nacional y perderme pueblos como Cacabelos y el ambiente del camino o intentar llegar a los pueblos intermedios con riesgo de perderme y sobre todo expuesto a peores caminos y más pendiente. Decidí optar por lo segundo, la Nacional me parecía como salir a entrenar, me estaba perdiendo el verdadero espíritu del camino, así que pregunté a un amable conductor que me dijo que lo mejor que podía hacer era meterme por Carracedo y desde ahí llegar a Cacabelos. Genial! así podría ver el famoso monasterio de Carracedo y eso hice, me encontré el monasterio cerrado y me crucé con el amable conductor que me había indicado como llegar que pasó mi lado diciéndome "vas bien, vas bien".

Llegué a Cacabelos, un gran museo de arqueología me esperaba pero para variar estaba cerrado, decidí hacer una pequeña parada en una iglesia intenté sellar mi acreditación... !agua! también cerrado mientras tanto mis amigos Vitorianos me escribían se hallaban cerca de empezar el temible Cebreiro.
A la salida de Cacabelos me encontré una tremenda cuesta y me dí cuenta de que empezaba a pagar el ritmo tan alto que me autoimpuse inconscientemente el día anterior, decidí parar en un bar tomarme un aquarius y una ración de frutos secos, ¿sería el momento de replantearme subir hoy a Cebreiro?


Pórtico perdón
Iglesia de Santiago Villafranca
Decidí bajar el ritmo y llegar a Villafranca unos cuantos kilómetros y no sabía lo que me esperaba, un pueblo precioso con una iglesia, la de Santiago que posee el único pórtico del perdón de todo el camino (si exceptuamos el de la propia catedral de Santiago) el motivo era que ahí podían recibir el perdón los peregrinos que por enfermedad no pudieran llegar a Santiago.
Al lado de la iglesia un antiguo hospital para peregrinos y un curioso albergue llamado ave fénix que me encontré cerrado (menudo día llevaba)
Al menos hice unas cuantas fotos y aproveché para darle una pequeña lección de historia a unos peregrinos ingleses contándole la historia del pórtico de la iglesia.

Llevaba ya lo que pensaba que era más de la mitad de mi etapa, como explicaré luego esto no fue así y un cartel en el albergue me animó a no rendirme y llegar hasta Cebreiro como era mi intención, total sólo eran 27 kilómetros más:
Mi burrita antes de afrontar el muro
La verdad es que me dio pena dejar un pueblo tan bonito lleno de rincones preciosos que invitaban a parar, bajarse de la bici y tomar fotos (creo que con diferencia fue el pueblo en dónde más foto tomé ).
Como muestra:
 

Foto tomada sobre la bici el tráfico no me dejó parar

Pero se me hacía tarde y aún me quedaba la subida a Cebreiro que según mis cálculos me iba a llevar un par de horas o más. Así que tuve que dejar ese hermoso pueblo que sin duda volveré a visitar algún día, me despedí de él a través de un hermoso puente de piedra. A la salida de Villafranca y siguiendo el curso río encontré un sitio con un antiguo puente muy tranquilo y decidí hacer una pequeña para para cargar fuerzas (segundo bocata de tortilla). La última parte de mi etapa me esperaba...





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